lunes, 31 de marzo de 2014

El Doberman, las mentiras del mito y su origen

El mito sobre este canino es el siguiente:" el crecimiento cerebral de los doberman más allá de la capacidad craneal que hace que a cierta edad pierda el olfato y no reconozca al dueño".

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Fue el alemán Louis Doberman el responsable de crear esta raza en su afán por conseguir un perro que le defendiese de los bandidos. Si decimos que su profesión era recaudador de impuestos, todo empieza a aclararse. En 1870 comenzó a realizar una serie de cruces para conseguir un perro valiente y con un aspecto fiero capaz de disuadir a los malhechores durante los desplazamientos a los que le obligaba su trabajo. Doberman tenía acceso a un gran número de razas pues estaba a cargo de los refugios de animales de la región donde residía, Apolda (Turingia), pero no guardó un registro de los cruces que llevó a cabo. La falta de datos ha generado distintos debates sobre el posible origen del Doberman.
Esta situación, sin embargo, aportó algo positivo. El club español de la raza doberman, creado en 1975, aprendió de los errores y, con el fin de preservar el equilibrio psicológico de todos los ejemplares, exige la superación de distintas pruebas, tanto físicas como de carácter, de los individuos que vayan a ser destinados a la cría.
 Esto ha dado excelentes resultados porque son rechazados no sólo los perros con algún problema físico sino también los que se muestran miedosos o agresivos, dado que ninguna de estas características debe formar parte de la personalidad del doberman.

miércoles, 19 de marzo de 2014

Dogo Argentino


Creación de la raza


Esta raza fue desarrollada por el médico argentino Antonio Nores Martínez, quien buscaba un animal adecuado para la caza mayor de especies habituales en Argentina, tales como jabalíes, pecaríes, pumas y zorros colorados. En 1920 decidió crear una raza de presa que reuniera las mejores cualidades. Además, buscaba un perro que tuviese aptitudes para la caza en jauría, pero que fuese capaz de batir o parar él sólo a la presa en combate hasta la llegada de su amo o el resto de la jauría.





Se utilizó como base fundacional al perro de pelea cordobés, que era una mezcla de razas introducidas en la Argentina por los residentes ingleses, bull terrier y bulldog, con razas que habían traído los españoles, alano español y mastín español. A estas cruzas, que se utilizaban en las peleas de perros, se sumaron líneas de sangre bull terrier y Mastín del Pirineo. Así, en la decimotercera generación, consiguieron perros de combate.
Estos perros blancos llamaron la atención, ya que difícilmente otra raza podía vencerlos en los círculos de pelea. El dogo no servía para la caza debido a que eran muy agresivos entre sí, muy pesados en relación a su altura y carecían de olfato. Por lo que se introdujo la raza  Pointer. Estos dogos mantenían el espíritu luchador de la casta Araucana, pero eran más resistentes para perseguir la presa, tenían mejor olfato y se podía lograr que no se pelearan entre si.


Características de la raza
La cabeza es grande con cráneo macizo. Hocico ligeramente cóncavo, con labios finos que al morder y atrapar a la presa le permiten seguir respirando sin soltar. Los ojos de color pardo, bien separados entre sí. Orejas erguidas o semierguidas, triangulares y cortadas —en los países en los que se permita todavía cortarlas. 
El cuello es musculoso, arqueado y grueso. El pecho es ancho y profundo. La línea dorsal muy alta en los hombros que luego se inclina hacia la cadera. Las extremidades son rectas, con muslos musculosos, corvejones cortos, dedos unidos. La cola es larga y gruesa. El macho debe medir entre 60 y 66 cm, y la hembra entre 60 y 62 cm. El peso del macho debe ser de entre 48 a 54 kg, y la hembra de unos 45 kg. El manto siempre blanco, y sin manchas, las pigmentaciones no son deseadas. La línea del cuerpo debe mantenerse liviana y ligera y evitar la obesidad.



Caracter y funciones de esta raza
Son perros de trabajo, cazadores de presa mayor y son a veces entrenados para búsqueda y rescate, ayuda policial, perros de servicio, y trabajo militar. Al igual que con todas las razas de perro, el dogo argentino puede ser bueno con los niños y fiel y afectuoso con las personas, si bien debe ser socializado a temprana edad.
Trabaja bien en grupo. Se llevan bien con otros animales domésticos en los entornos más rurales y urbanos que van desde un perro de granja al aire libre, una vivienda urbana con un pequeño patio, o edificios de apartamentos llenos de gente. Los ataques a humanos u otros animales domésticos son raros. Aunque, evidentemente, requiere de entrenamiento responsable y consistente por parte del propietario ya que es un animal con mucha fuerza y resistencia al dolor. Tiene una vida útil de nueve a doce años.